Carmen Martínez, vicesecretaria general de SPCT y concejala del Ayuntamiento manifiesta que resulta incomprensible que el Ayuntamiento haga oídos sordos a las reclamaciones de los vecinos y tenga abandonado el mural cuando en este año jubilar acuden infinidad de visitantes y peregrinos a este lugar por ser el km. 0 del Camino de Santiago
“En el año 1998 fue instalado en la dársena de Santiago Apóstol en Santa Lucia, una pintura mural representando el desembarco del apóstol, obra del pintor Enrique Gabriel Navarro y desde entonces, el Ayuntamiento no ha realizado las labores de mantenimiento aconsejables, por lo que, después de doce años, el barniz protector se encuentra totalmente cuarteado lo que supone que no sólo se desluce la pintura con la visión de las placas quebradizas del barniz blanquecino que se descuelgan, sino que deja sin protección la obra artística lo que si es verdaderamente preocupante”, afirma la edil.
Desde SPCT, Socialistas por Cartagena, añadió la vicesecretaria general, “denunciamos el estado de abandono en el que se encuentra el mural y pedimos que se actúe con urgencia en las labores de mantenimiento, limpiando la capa de barniz degradada y protegiendo la pintura con una nueva. Esta tarea no es cuestión de mucho dinero, sino más bien de voluntad política”.
Hasta la fecha, comentó Carmen Martínez, “la conservación del mural no parece importarle mucho a la Alcaldesa, ya que el equipo de gobierno del partido popular se ha despreocupado totalmente del tema, a pesar de que los vecinos de Santa Lucia, ante el deterioro de la pintura, han solicitado en múltiples ocasiones, su mantenimiento al Ayuntamiento, pero parece que a nadie le importe porque han hecho oídos sordos y ni se han molestado en contestar a sus escritos”.
“El lunes pasado, en el acto de la llegada de la Cruz a la Dársena de Santiago, el deterioro del mural volvió a ser el comentario de turistas y visitantes. Creemos que en una ciudad, como Cartagena, que pretende ser un referente cultural y turístico, no se puede descuidar estos detalles porque los peregrinos y visitantes se llevan una imagen de dejadez que en nada beneficia a Cartagena. Es cuestión, a nuestro juicio, de voluntad política y saber establecer prioridades”, concluyó Carmen Martínez.
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